No estas Deprimido, estas Distraído
(Facundo Cabral)
No estas deprimido, estas distraído...
Distraído de la vida que te puebla,
tienes corazón, cerebro, alma y espíritu...
entonces cómo puedes sentirte pobre y desdichado.
Distraído de la vida que te rodea,
delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No caigas en lo que cayó tu hermano
que sufre por un ser humano
cuando en el mundo hay cinco mil seiscientos millones,
además, no es tan malo vivir solo;
yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer
y gracias a la soledad, me conozco, algo fundamental para
vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre
que se siente viejo porque tiene setenta años,
olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los ochenta
y Rubinstein interpretaba como nadie a Shopping a los
noventa
por sólo citar dos casos conocidos.
No estás Deprimido, estás Distraído...
Por eso crees que perdiste algo
lo que es imposible porque todo te fue dado,
no hiciste ni un solo pelo de tu cabeza
por lo tanto, no puedes ser dueño de nada
además, la vida no te quita cosas,
la vida te libera de cosas,
te aliviana para que vueles más alto
para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela,
por eso lo que llamas, problemas son lecciones
y la vida es dinámica por eso está en constante movimiento,
por eso sólo debes estar atento al presente,
por eso mi madre decía:
“yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios”
por eso Jesús decía:
“El mañana no interesa, él traerá nueva experiencia,
a cada día le basta con su propio afán”.
No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos
adelantó
porque para allá vamos todos,
además, lo mejor de él, El Amor, sigue en tu corazón.
Quién podría decir que Jesús está muerto,
no hay muerte, hay mudanza
y del otro lado te espera gente maravillosa,
Gandhi,
Michelángelo, Whitman, San Agustín,
la Madre Teresa, tu abuela
y mi madre que creía que en la pobreza está más cerca el
amor
porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas
y nos aleja porque nos hace desconfiados.
No encuentras la felicidad, y es tan fácil,
sólo debes escuchar a tu corazón
antes que intervenga tu cabeza
que está condicionada por la memoria,
que complica todo con cosas viejas,
con órdenes del pasado, con prejuicios que enferman,
que encadenan:
la cabeza que divide, es decir empobrece,
la cabeza que no acepta que la vida es como es, no como
debería ser.
Haz sólo lo que amas y serás feliz.
El que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito,
que llegará cuando deba llegar
porque lo que debe ser será y llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso sino por
amor,
entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible
y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida,
la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi
hija,
la que me mantuvo vivo
cuando los médicos me diagnosticaban 3 o 4 meses de vida.
Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú,
a ti debes hacerte libre y feliz,
después podrás compartir la vida verdadera con los demás:
recuerda a Jesús, amarás al prójimo como a ti mismo.
Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo
y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios
y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una
adquisición,
no algo que te llegará de afuera;
además, la felicidad no es un derecho,
sino un deber porque si no eres feliz estás amargando a todo
el barrio.
Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir
mandó matar seis millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es
tan corto
que sufrir es una pérdida de tiempo.
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la
primavera,
el chocolate de la Perugia, la baguette francesa,
los tacos mexicanos, el vino chileno,
los mares y los ríos,
el fútbol de los brasileros y los cigarros de Chez Davidoff.
Tenemos para gozar las mil y una noches,
la divina comedia, el quijote, el Pedro Páramo,
los boleros de Manzanero y la poesía de Whitman,
Mahler, Brahms, Ravel, Debuzzi, Mozart, Schopain,
Beethoven, Caravallo, Rembrandt, Velázquez, Cézanne,
Picasso y Tamayo entre tantas maravillas.
Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos
son buenas.
Si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto;
tengo hambre, tengo frío, tengo sueño,
tengo ganas, tengo razón, tengo dudas.
Y si le ganas serás más humilde, más agradecido,
y por lo tanto fácilmente feliz,
libre del tremendo peso de la culpa la responsabilidad y la
vanidad,
dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.
No estás Deprimido, estás Distraído...
Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu
hijo,
ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas;
además, el servicio es una felicidad segura
como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medidas y te darán sin medidas,
ama hasta convertirte en lo amado,
más aún, hasta convertirte en el mismísimo amor.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas,
el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso,
una bomba hace más ruido que una caricia
pero por cada bomba que destruye
hay millones de caricias que alimentan a la vida.
El bien se alimenta de sí mismo,
el mal se destruye a sí mismo.
Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno,
serían buenos, aunque sea por negocio.
No estás Deprimido, estás Distraído...
Si escucharas al otro, al que llevas dentro sabrías todo,
en todo encontrarías algo para ti
entonces te elevarías constantemente y ya no habría
confusión
sino matices, y en esa serenidad no buscarías nada
entonces encontrarías todo y estando en el presente dirías y
harías
lo que hay que decir y hacer a cada momento natural
y graciosamente sin esfuerzo,
lo que haría que tu relación con los demás fuera plena.
Y al crecer en el amor serías más creativo,
sin límites ni condiciones.
La ignorancia nos hace sentir encerrados y mortales,
es decir que nos encerramos y nos limitamos solos.
El miedo nos distrae del amor que es sabio y valiente
porque sabe que no hay ni medidas ni fin,
busca adentro y desaparecerán las nubes de la periferia;
quédate quieto y en silencio para escuchar al sabio que
llevas dentro.
El que tiene siglos, no años como tu cuerpo
por eso está más allá de tus caprichosas medidas,
de los prejuicios que provoca el miedo, hijo de tu
ignorancia.
El sabio que está más allá de los efectos que crees buenos o
malos,
ricos o pobres, oscuridad o luz,
porque está en lo esencial es decir en la mismísima causa,
en lo invisible de donde surge todo.
Y cuando escuches al sabio que llevas dentro
sentirás a la lluvia buena y saludable al frío
estarás tan atento a la causa que todos los efectos serán
luminosos,
ese estado de claridad agiornará todos los rincones,
por eso lo compartirás todo y a todo llegará graciosamente
entonces la riqueza se multiplicará a cada paso.
David le pidió sabiduría a Dios, que le dijo:
no pides poco porque la sabiduría incluye todo.
No vives entre límites sino en el mismísimo centro de lo
milagroso
libre del ilusorio orden de la mente lineal,
excitado por la imaginación y armonizado por la esperanza.
Eres un espíritu que por un rato ocupa un cuerpo,
un vehículo apto para este deambular por mares y montañas,
entre delfines y elefantes, entre ciudades y desiertos
que cada tanto lo cubren todo para recomenzar el cuento.
Y en el medio del mundo del espíritu juega la razón,
que cura el cáncer, que facilita las comunicaciones,
que estudia el terreno de Marte, que puso al hombre en la
luna.
El pensamiento te lleva a nuevos lugares
y te hace ver diferente,
más ricos a los viejos
y esto te cambiará tanto
que cambiará tu actitud frente al mundo
al que alguna vez quisiste cambiar en lugar de entenderlo;
y cuando cambies tendrás incidencia en él.
Cierra los ojos y verás todo lo que será,
liberado del tiempo histórico viajarás a la velocidad de la
luz
y ese viaje puede mejorar la vida de muchos
porque es incalculable el poder del pensamiento,
que es un grandioso alquimista
que puede transformar cualquier circunstancia en una fiesta,
es decir, cualquier metal en oro.
Una vez encendida la luz interior, nada puede apagarla,
es tan perfecta e incorruptible como el oro
que simboliza el poder de la pureza,
de lo esencial, es decir del espíritu que es un viaje
infinito y maravilloso
porque estalla a cada instante vivido con profundidad.
La santidad es la meta prevista para todos,
aunque pocos se den cuenta
o se animen a entrar en los caminos que llevan a ella.
Abandonado el ego, comienzan los milagros,
entonces sin lucha recuperarás la fuerza natural;
por eso podrás provocar vida a través del amor,
hasta caminarás sobre las aguas y curarás con la palabra.
Recuerda que Jesús dijo:
cosas más grandes verán, cosas más grandes harán.
No estás Deprimido, estás Distraído...
Por tu ego, que distorsiona, lo contrario de la inocencia
que aclara.
El ego confunde a las cosas con su juicio,
cree que las cosas son lo que él piensa que son,
es más, el ego cree que las palabras son las cosas;
el ego no vive, interpreta,
es una constante actuación que nunca alcanza a la realidad.
En tanto la inocencia trata a todos por igual
por eso está más cerca de la felicidad, de la riqueza, de la
tranquilidad;
la inocencia ve todo con asombro por eso nos lleva de fiesta
en fiesta,
la inocencia cree lo que es una bienaventuranza,
la inocencia es excitante porque ve todo por primera vez,
para ella el mundo está lleno de novedades;
para la inocencia todo es un espejo
porque en la inocencia tomamos conciencia que somos parte de
Dios,
es decir, el que se ve a sí mismo en todas las cosas.
El inocente se divierte fácilmente porque todo le llama la
atención,
una vaca pastando, el tronco de un viejo árbol,
las mariposas negras sobre los trigales dorados,
el colibrí detenido en el aire,
el panadero sacando el pan del horno,
la noche estrellada, la lluvia del invierno,
los leños ardiendo en el hogar, los papeles de Matisse,
las caravanas de las hormigas y las de los beduinos;
el sermón del domingo a la mañana y el fútbol del domingo a
la tarde.
El ego les pone nombre a las cosas, pero el inocente las ve,
el ego las juzga, el inocente las vive;
el ego divide, la inocencia armoniza diferencias,
el ego depende de la mente, el inocente del corazón.
El ego es viejo porque depende de la memoria,
pero el inocente está naciendo a cada instante,
el ego nos agota porque siempre lucha,
el inocente flota graciosamente porque siempre se entrega
El ego se aburre porque no puede dejar de buscar,
el inocente va de asombro en asombro porque siempre encuentra
y puede quedarse por la eternidad gozando el mismo caballo,
la misma flor o la misma estrella
porque el inocente está tan entregado a la vida
porque cambia como ella, constantemente.
Por eso lo mismo nunca es lo mismo,
por eso la inocencia es fresca para siempre.
Ahora que estás solo y tranquilo,
olvida lo que eres porque eso es creación de los demás
y escucha tu corazón:
¿Qué quieres ser?, ¿Qué quieres hacer ahora?,
porque la vida es ahora mismo.
Olvida lo que crees que eres y comienza ahora mismo,
entonces convivirás con todos fácilmente;
es tan grato vivir sin divisiones,
bueno, malo, rico, pobre, negro, blanco,
amigo, enemigo, compatriota, extranjero.
Es tanta la liviandad cuando no hay enemigos
que podemos volar en cualquier momento
porque la alegría tiene la simpatía de la magia.
No perdiste la inocencia, sólo la ocultas por miedo
a la burla de los que solo pueden catalogar porque la
perdieron.
Déjala salir y recomenzarán los juegos de tus primeros años
pero enriquecidos por la inteligencia,
libérate de los preconceptos de la memoria.
Y mira todo como por primera vez,
entonces te salvarás del aburrimiento
que ensombrece a los que creen saberlo todo
y no confundas a la actividad con la vida;
ahí está el sol, exactamente ahí para que lo veas,
ahí está el árbol hace muchos años
para que te des cuenta de que es una maravilla.
Libérate de la imagen que te ayudaron a forjar los demás
y volverás a la inocencia que es nuestro estado natural.
Entonces estarás contento con las arrugas que confirma todo
lo que viviste,
es más, sólo en la inocencia sentirás que eres parte de todo
lo que te rodea,
es decir que solo en la inocencia puedes ver a Dios.
No Estás Deprimido, Estás Distraído...
De la buena información, inevitable para una buena vida.
Salomón o Borges en lugar del periódico,
Mahler o Bach en lugar del televisor,
amistades inteligentes y positivas en lugar de perdedores
por indolencia e ignorantes desdichados por su propia
decisión;
de este modo recibirás la mejor energía,
la esencial porque el crecimiento es natural de la vida;
el movimiento constante es su causa
y para estar listos para los cambios debemos estar libres y
atentos,
con las herramientas preparadas para ejecutar
cuando las energías pasen por nosotros,
de lo contrario se esfumarán como el humo que sale de las
chimeneas.
Por eso es conveniente estar cerca de los que son buenos
receptores,
los despiertos, los curiosos como Bertrand Russeil,
Shopenhauer, Bradbury, Ecco, Paz, Krishnamurti, Osho,
por hablar de los más cercanos.
El secreto de Einstein era seguir a las cabezas más altas
que la suya,
el secreto de Campbell fue meterse en todos los secretos de
la historia,
solo la inteligencia puede detectar
cómo se entrelazan las cosas importantes de la vida.
Solo la inteligencia puede conectarnos con el universo,
hasta comprender que somos partes de él,
por lo tanto, tenemos su misma energía.
Nada se repite, por eso hay que vivir ahora
y la vida entera está en cada acto
como todo puede nacer de un solo átomo.
Y la inteligencia es la que ve antes de ver,
la que sabe a dónde va,
lo que se está diciendo o haciendo;
las grandes consecuencias de la mínima actitud.
Y solo el que está presente puede comprenderlo todo,
el que bebe directamente de la fuente de lo esencial,
por eso sabe que todo puede suceder,
por eso nada lo aflige,
es más, al aprender de los errores los transforma en
aciertos.
Nadie tiene derecho a la ignorancia, por eso lo pagará caro
y lamentablemente ensombrecerá el camino de todos;
por lo tanto, la ignorancia es una manera inconsciente del
mal,
como el ideólogo que al separar puede llegar a provocar una
guerra.
El sabio sabe que la tarea es hacerse cargo de uno mismo
y armonizar diferencias
porque separar además de empobrecer es un suicidio,
por esa razón hay muertes hasta en las canchas de fútbol.
El sabio no separa porque todo es parte del todo,
solo está atento para ver las conexiones;
alguna vez canté que se mueve alguna estrella
cuando arranco una flor,
el sabio está en el río que une todo,
en la energía que lo entreteje todo,
el sabio sabe que es un sueño más de Dios hecho realidad
salvo que lo que llamamos realidad sea otra manera del
sueño.
Donde el ignorante ve dos cosas,
el sabio ve una y esa una es la verdad,
el sabio se ve en lo que ve;
es iluminado e ilumina,
es consciente que él también es luz,
es decir, el estado más elevado del ser.
Lo que llamamos muerte es el estado más sutil de la luz.
Si quieres vida, vive en paz, si quieres muerte, vive en
guerra;
cuida cada palabra porque estamos estructurados en palabras,
no hieras ni ofendas a nadie
porque de uno en otro puede volver a ti transformada en una
bomba.
San Agustín aconsejaba:
Solo pides justicia, pero sería mejor que no pidieras nada
o dicho de otra manera
no interrumpas con tu pequeña cabeza la grandiosa tarea del
Señor,
al que San Francisco pidió:
Haz de mí un instrumento de tu paz,
que donde haya tristeza yo lleve alegría,
que donde haya oscuridad yo lleve luz,
que donde haya odio yo lleve amor...
La oración dilecta de mi madre dice:
Señor, te pido perdón por mis pecados,
ante todo, por haber peregrinado tus muchos santuarios
olvidando
que estás presente en todas partes.
En segundo lugar, te pido perdón
por haber implorado tantas veces tu ayuda,
olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí,
y por último te pido perdón por estar aquí
pidiéndote que me perdones cuando mi corazón sabe que mis
pecados
me son perdonados antes que los cometa,
tanta es tu misericordia, amado Señor...
No te agotes compitiendo, Dios sabe lo que es para ti
y el dato está en tu corazón, entonces haz lo que amas
no hay otra manera de vivir.
El mismo amor que me trajo, te trajo,
por eso es un error decir que hacemos el amor,
el amor nos hizo y nos modela día a día
y esto depende de lo blando de lo abierto
que estemos y por ser obra del amor
el ser humano es maravilloso.
A él le debemos el pan, el queso, el vino, la música,
la pintura, los aviones y las computadoras entre tantas
cosas.
Y si el hombre es lo que ama, somos todo lo que fue, lo que
nos hizo posible,
desde Buda hasta Rembrandt, desde Mozart a Picasso,
desde Copérnico a Freud; somos el viento que refresca y la
lluvia que renueva,
somos la nieve del invierno y las flores de la primavera,
somos la luna, el sol, somos otro fruto de Dios.
Yo soy un recién nacido,
pero por la experiencia que guardó mi memoria
ya no quiero herir a nadie porque sé que la agresión trae
enfermedad,
es decir, complica más las cosas, somos parte de la misma
cosa,
por lo tanto, si te hago mal, me hago mal,
antes me movía la razón que es subjetiva,
ahora el amor que es la razón del universo, pero no perdí el
fuego,
es más ahora tiene mayor calidad porque antes quemaba y
ahora ilumina,
es decir que pasé de destructor a constructor.
Al pobre le hablo de esperanza y al rico de conversión,
la esperanza salvará al pobre y la conversión purificará al
rico,
la esperanza del lado del pobre y la conversión del lado del
rico
acercarán a nuestros hermanos, y yo vine a trabajar para ese
encuentro
y cuando todos se junten
no habrá cerraduras en las puertas ni habrá fronteras,
entonces todos compartirán todo
por lo tanto, reinará el buen humor
Clinton y Castro jugarán tenis en Cancún
y Husseim llevará a sus hijos a Disneyworld.
No estás Deprimido, estás Distraído...
de la paz, por eso te pregunto
cuando vas a dejar de pelear para comenzar a vivir,
porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez.
Me preguntas cuando volverá Jesús,
y te digo que nunca se fue, que siempre estuvo en tu
corazón,
solo tienes que callar a la cabeza y escucharlo;
nadie se hace la gran pregunta, ¿qué soy?
Todos siguen cumpliendo un papel, generalmente decidido por
los demás,
como el éxito y el fracaso, todos son lo que se ve sus
cuerpos
o sus logros materiales y las cosas materiales
son tan importantes que los amores que comienzan en los
parques,
terminan en los tribunales.
Todos ejercen la mendicidad de alguna manera,
olvidando o no enterándose jamás que son príncipes,
parte de un universo extraordinario al que olvidan
por pequeñeces locales, parroquiales, a veces solo
familiares.
Reconozco muchas caras y conozco algunos nombres,
pero pocos individuos que sepan quienes son.
Me preguntas dónde puedes encontrarme
y te digo en cualquier parte porque soy parte del universo.
El nombre y el oficio son distracciones, cárceles,
limitaciones;
un camino que nos marcan y que seguimos ciegamente
tan ocupados que jamás nos detenemos a pensar quienes somos,
y el espíritu que es lo que somos, no acepta condiciones.
Por eso no hay que confundir lo material con la realidad,
por lo tanto, no hay fronteras,
aunque la mayoría las necesite por miedo al infinito;
por eso inventó instituciones como el matrimonio,
el nacionalismo, los ideales, la patria,
estacas a las que se ata para no tener que vivir la
totalidad.
La casa de uno es uno, por eso yo estoy bien en todas
partes,
y a mi casa entran y de mi casa salen pensamientos
y sucesos constantemente.
Y si mi casa soy yo que soy parte de todo,
mi casa es este mar y esa playa, esos delfines y este hotel,
esta silla y aquel velero que deja una estela blanca sobre
el turquesa
que inventa la luz, que también es mi casa como las sombras
de los laberintos
que pueblan las mentes de los locos, que también son mi
casa.
Como la música de Mahler, la pintura de Cézanne,
los cigarros de Chez Davidoff y el rock and roll.
No puedes mover a tu cuerpo porque está demasiado cargado de
pasado,
olvida hasta tu nombre y comienza de nuevo en este momento
e inmediatamente sentirás que vives en un mundo maravilloso.
Cuando sientes que no eres lo que piensas,
puedes volar, el principio y el final,
es decir la vida y la muerte son invenciones de la mente
como sufres cuando se va tu hijo
porque te acostumbraste a pensar que eras solo padre.
Deja el pasado de lado y sentirás toda la vida,
solo las moléculas se disuelven;
la conciencia no muere con la materia,
la luz de la conciencia seguirá iluminando los infinitos
caminos de la vida.
No somos tan malos como creemos, por eso la paz es posible
y la paz es el punto más alto que podemos alcanzar,
parece que Dios nos ama más que nosotros mismos
porque sigue dándonos oportunidades todos los días.
Francisco tenía razón, el sol y la luna son hermanos,
los animales y las plantas son nuestros hermanos
porque todos somos criaturas del señor;
entonces nuestras obras son nuestras hermanas
y hermanas del sol, la luna, los animales y las plantas.
Y si digo nuestras obras digo la pintura, la música, la
literatura,
los automóviles, los aviones, los teléfonos, las
computadoras.
No busques afuera, lo que no tienes adentro.
No puedes pedir amor, si no lo diste.
No puedes pedir justicia, si no fuiste justo.
No puedes buscar paz afuera, si no la tienes dentro.
Pero no hay apuro, tienes a la eternidad delante,
además, el trayecto suele ser más emocionante que la
llegada,
si es que se puede llegar a alguna parte;
entonces lo sensato es recomenzar a cada instante.
Sin impaciencia, desaparecerá la violencia, la vida le gana
a la muerte,
por eso nace más gente de la que muere
y nacen más en los países pobres que en los países ricos,
ocupados en fabricar armas para matar a la mayor cantidad de
gente posible,
tarea grosera e inútil porque la vida vence a la muerte.
Que al fin y al cabo es una manera de recrear,
por eso el arte que es una fiesta sigue inventándole fábulas
a la vida
para llenar de esperanza a la gente
y esto en un lenguaje que nos llega a todos, la belleza.
La paz, hace nacer pueblos y enriquece a todos,
pueblos que se comunican entre sí gracias al arte que no
tiene fronteras;
pueblos que no dejan de elevarse como Manhattan,
pueblos que flotan graciosamente como Ámsterdam,
pueblos de rincones luminosos como París
al que Cortázar pudo ver desde Buenos Aires
y Henry Miller desde New York.
Pueblos como Sevilla, apoyados en el canto,
pueblos como Copenhague de plazas congeladas
para que vuelvas a los hogares donde los leños ardiendo
son la mejor compañía de Ravel,
pueblos como Zúrich de cajas fuertes rodeadas de lagos y
cisnes,
fue una tragedia para Salvador Dalí la muerte del suyo.
En la paz, todo es creación, es un vivir en arte,
la paz me sonríe, me envuelve con su aire fresco;
la paz me hace gozar como nadie al sol de todos.
Por la paz, mi canto se eleva muy alto y agiorna los
rincones más bajos,
la paz es el poema que mejor me modela,
en la paz mis hermanos trabajan la tierra y mis hermanas
tienen hijos;
en la paz se siente cómoda la libertad y es fácil la
justicia.
La paz es una flor donde están todas las primaveras,
en la paz nos miramos a los ojos
y compartimos todos nuestros sueños por audaces que sean.
En la paz, uno es uno mismo, sin esfuerzos,
en la paz todo me da derecho a sentirme hijo de Dios.
No seas desagradecido, piensa cuantas cosas tuvieron que
conectarse
desde lo más recóndito del universo para que fueras
este que eres, para que pudiera ser la ciudad donde vives.
Piensa cuantos millones de años tuvieron que pasar
para que tuviéramos conciencia de la maravillosa inmensidad
que nos rodea,
de la que somos parte.
Yo soy nosotros, dice Marcos Constante que tiene una visión transpersonal,
es decir que ya está en la nueva era.
Abre los ojos de tu corazón
y lo verás a Dios que es lo que nos habita cuando estamos
conscientes,
entonces sentirás que el espíritu se recreó
hasta llegar al hombre que llega a tener conciencia de Dios;
el hombre en el que se repite toda la evolución.
Somos el final de una cadena extraordinaria
que tiene quince mil millones de años,
tal vez seamos el objetivo de la creación,
entonces nuestra religión es universal.
Arriesga, la vida es cambio permanente,
por eso siempre te da revancha,
recuerda que el que no está dispuesto a perderlo todo,
no está preparado para ganar nada.
Ahora que estás solo y tranquilo, ahora que estás contigo
mismo,
único ser del que eres responsable te diré:
Deja que la curiosidad te lleve donde sucede la vida,
no seas espectador de la televisión sino protagonista de la
tierra;
recuerda que a los que se animaron les debemos todo.
Píntate un sí en la frente antes de salir a la calle
para que se te acerquen los que quieren vivir,
sin preocuparte por el tiempo
porque en una eternidad se recomienza a cada instante.
Y no pierdas energía cuidándote, porque la vida es bello
peligro,
si mi madre se hubiera cuidado de mi padre, yo no estaría
aquí.
Si nos juntamos, somos ricos; tú tienes lo que yo no tengo y
viceversa.
Y que sucedería si nos juntamos todos
desde el cada uno que hay en el cada cual,
la vida nos propone tantas cosas permanentemente
que hay que hacer más esfuerzo para seguir siendo pobre y
desdichado
que rico y feliz.
No olvides que eres un aristócrata, un príncipe
porque eres hijo del rey del universo, solo tienes que darte
cuenta;
recuerda que Jesús decía que al pan lo trae la verdad
y a todo lo que necesitas.
Entonces no hay límites, tú decides a donde quieres llegar,
y esto con la alegría que abre todas las puertas
porque para Dios, siempre somos niños.
Entonces la vida es un juego maravilloso,
un juego que incluye al todo y a todos,
estás hecho a semejanza de Dios, entonces puedes recrear
todo.
Cuando dices no puedo, estás diciendo no quiero.
Ya hay demasiados mártires, necesitamos héroes;
levántate y anda, yo te acompaño
cómo te acompañarán todos los que se animarán a vivir mejor,
los que terminan favoreciendo a toda la humanidad
que es la grandiosa empresa a la que pertenecemos todos.
Camina tranquilo, que no te confundan los noticieros, el
bien es mayoría,
que no te distraigan de tu tarea que es alcanzar la
plenitud.
Nada como vivir en uno mismo, solo así puedes sentirte en
casa
en cualquier parte, entonces nada es lejos ni ajeno.
Si cada uno fuera cada cual, la sociedad sería una orquesta
enriquecida por todos los sonidos, por todas las voces,
una grandiosa armonía de individuos;
la sinfonía donde todos aportan su voz,
una partitura escrita para cada uno de los instrumentos
es decir, una partitura respetada por todos.
Pero esa orquesta que deberíamos ser está fragmentada
porque todos estamos contra todos, y esto nos ha agotado
y desesperanzado por eso perdimos la imaginación
que podría darnos alguna idea de convivencia.
Pero el miedo que es ignorancia nos separa más y más
y este divorcio nos enferma y empobrece a todos
porque la humanidad es un repertorio riquísimo,
tan brillante como interminable.
Y todos tenemos que ver,
porque todos venimos de un primer hombre, de una primera mujer.
Entonces, hay negros y chinos en mí, soy tan bueno como
Jesús
y tan peligroso como Hitler, soy tan musulmán como ateo.
Muero con el que muere y nazco con el que nace,
todos somos fecundados y auxiliados por todos
pero desestimamos a todos porque nos desestimamos;
en lugar de enriquecernos con el otro,
le escapamos, nos combatimos en lugar de asociarnos.
Y matar al otro es suicida porque es una continuación
nuestra,
el odio que es miedo nos ha traído a esta desesperanza
que es donde se ahoga la imaginación
y sin imaginación perdemos la bendita semejanza,
es decir, dejamos de ser creadores.
La tarea es armonizar esta gigantesca variedad
que es la humanidad porque esto enriquecería a todos.
Hasta dejamos de decir cosas bellas a las mujeres
porque ahora puede ser considerado acoso sexual,
pronto tendremos que salir a la calle con un abogado;
parecería que vivir es una secuencia de pleitos.
La tarea es comprender que la vida es subidas y bajadas,
constante movimiento, es decir cambios.
Entonces tenemos que sacar de nuestro lenguaje
la palabra decadencia que es una etapa más.
Nada es para siempre.
Por eso debemos estar atentos, listos parar el cambio,
preparados para toda circunstancia
porque la vida es como es, no como debería ser.
Todo nos fue dado, por lo tanto, nada nos pertenece.
Solo nos queda gozar lo creado y cuidarlo para el que
vendrá,
que es una continuación nuestra
como nosotros somos continuadores de nuestros padres,
de nuestros abuelos, de nuestros bisabuelos
y así hasta Adán, el rojo Adán, como le gustaba decir a
Borges;
que cometió el peor de los pecados, no fue feliz.
Por eso se sentía perseguido por la sombra de haber sido un
desdichado.
El primer dato de sabiduría es saber quién es el que sabe,
el segundo estar en lo amado, que nos hace más brillantes
porque estamos más atentos, por eso rendimos más.
El amor nos agiorna dé tal manera que enamoramos a todos.
Está permitido que te caigas, pero no que te quedes en el
suelo.
En este momento la sociedad está detenida por una congestión
del tránsito,
que ya es desmesurado porque las ciudades ya son
desmesuradas.
O tal vez dejamos de pensar para cambiar todas las ideas y
comenzar de nuevo.
Ya no habrá grandes mitos que seguir, ideologías,
ahora deberemos comunicarnos de hombre a hombre
porque esta es la era del individuo, por eso la Internet,
entonces aumentará la calidad,
desaparecerá lo macro para que señoree lo micro.
Esto quiere decir que de aquí en más no habrá televisor,
política o familia que pueda apagar ese fuego sagrado
que es el alma donde vive para siempre
la inteligencia alimentada por el universo desde hace tantos
siglos.
Los que preguntan. Avanzan, los que no preguntan se quedan;
es decir, mueren porque la vida es movimiento,
todo se recrea a cada instante por eso hay que estar atento.
Por una mujer te pierdes al resto, por una casa te pierdes
el mundo;
es decir, por una esquina te pierdes mares y río,
es decir, delfines, ballenas, salmones, tiburones.
Por una familia, una ideología y una religión, te pierdes
arquitectos,
egiptólogos, poetas, filósofos, chamanes,
antropólogos, profetas, miles de maneras de ver al espíritu
y las estrella.
Orquídeas de Colombia, Bacón, Giacometti, Nietzsche,
el golfo de Akaba, Alejandría, Tokio,
la Grecia de Homero que tanto amó Lorenz Darrell,
Guanajuato donde me enamoré de Catherine Valetzka
aunque no tuve oportunidad de decírselo.
Chichicastenango donde con una danza ordenaron a mi
esqueleto,
París donde Rilke veía despertar a la belleza cada mañana al
lado de Roddanne,
el Tratévere Romano donde Fellini dibujaba sus personajes,
donde el Moisés de Michelangelo está harto de los turistas
que lo asfixian en San Pietrenvincoli donde apenas cabe.
Londres, Berlín, Bruselas, Praga
donde los escritores románticos tenían una idea tan alta de
la felicidad
que nunca la alcanzaban, por eso se sentían desdichados,
tristeza que los excitaba, dolor que gozaban como los
cantaores flamencos
y los cantores de tango.
Madrid, donde Lupe siempre está al borde del pensamiento,
pero nunca cae,
Miami que es el puente que comunica a los latinos con los
sajones,
el desierto de Sonora donde conocí a Eric Fromm
que decía que Suzuki era un budista Zen
porque lo había experimentado y esa autenticidad lo hacía
difícil de leer
porque el Zen no da respuestas racionalmente satisfactorias
pero si los libros de los intelectuales occidentales
que lo explican más fácilmente, aunque no lo hayan
experimentado.
No idolatres a nada ni a nadie,
porque tener una idolatría es perder la independencia,
y esto es conflicto, enfermedad segura.
Como fácil se pierde lo que se ganó sin esfuerzo,
como sigue siendo pobre el que no goza lo que le sobra.
El gran paso es ir de la egolatría que te compromete,
que te esclaviza a tantas cosas externas a la libertad
interior.
Entonces se alcanza la paz y la paz te hace vivir todo con
plenitud,
es decir, enriquece.
Los últimos salvadores son dudosos,
pero no afectan la enseñanza de Buda ni enferman a la
Biblia,
la enseñanza de Buda no está debilitada por el que no cree
en la trasmigración,
ni muere la Biblia
porque se enfrente al saber más realista de la historia de
la tierra
y de la evolución del hombre.
Como es inocente pensar en una sociedad sin delincuentes,
pero cualquiera puede ser mejor si se lo propone.
No le bastan las buenas intenciones al universo,
que es como es, no como nos gustaría que fuera.
La verdadera fe comienza trabajando en uno mismo para creer
en uno mismo,
y cuando uno está bien plantado en uno mismo se anima a ver
todo,
entonces conocemos a la realidad y de ahí en más podemos
comprenderla.
Entonces nos salvamos de las decepciones;
sabemos que detrás de una máscara siempre hay otra
como también vemos la pureza en la desnudez,
las libertades del jazz y los rictus de las dictaduras.
Aceptar la realidad es salvarse de los engaños,
entonces la verdad nos hace vivir plenamente.
No te engañes, entonces nadie te engañará.
Sé firme como Buda, como Jesús,
como Espinoza, como Einstein, como Ford, firme
pero abierto al mundo atento a las propuestas de la vida.
Predica las virtudes, pero no calles las verdades.
Nunca te arrepentirás de haberte animado,
y nunca te perdonarás no haberlo hecho, además no tienes
nada que perder
porque ni una sola de tus orejas es obra tuya.
Y no te preocupes por el futuro
porque al final de tu vida no te espera la cima de la
montaña
sino la paz del valle.
A nadie tienes que rendir cuenta si no haces mal a nadie,
como nadie tiene que explicar nada;
por eso no debes agotarte en las vanas tareas de querer
convencer y gustar,
lo importante es que estés convencido y te guste lo que
haces,
y si tienes un gran sueño debes estar dispuesto a un gran
esfuerzo
para concretarlo porque solo lo grande alcanza lo grande.
Si estudias superficialmente aprenderás superficialmente,
si vives por la mitad sólo conocerás la mitad de la vida.
Si tienes la cabeza dividida verás al mundo dividido,
si trabajas por obligación serás un desocupado,
un desdichado más, si tienes miedo no conocerás al amor que
es valentía.
No estás Deprimido, estás Distraído...
Del presente donde sucede la vida, por ejemplo,
los amaneceres y los ocasos,
las gaviotas, los cóndores,
las águilas, las palomas y las golondrinas.
Las montañas, los valles, los ríos y los mares;
el deporte, el arte, la agricultura, la arquitectura,
las selvas, los guacamayos, los monos, los tigres,
los leones, los cocodrilos, los elefantes, los arroyos;
los seres humanos de todos los colores.
El ilusorio tiempo que te empuja
y la eternidad que te permite cambiar de rumbo
y recomenzar a cada instante.
No estás Deprimido, estás Distraído...
De las maravillas que suceden alrededor de ti,
desde nacimientos a cosechas,
desde revoluciones a conciertos,
desde campeonatos de fútbol a viajes interplanetarios.
No estás deprimido por algo que pasó,
sino distraído del todo que es ahora mismo.
Vengo a recordarte que todos somos parte de la empresa más
grandiosa,
la humanidad, que construye, que cura, que siembra,
que lava, que canta y que baila.
Dios espera que el hombre vuelva a ser un niño
para recibirlo en su seno...
No estás Deprimido, estás Distraído...
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